El Sistema Postural Fino (SPF) se vale de la información recibida por distintos receptores nerviosos (sistema visual, vestibular, propioceptivo y podal). Todos ellos trabajan en estrecha colaboración los unos con los otros, como lo demuestra el hecho que el 90% de las células del sistema visual reaccionan frente a estímulos vestibulares.

La transmisión erronea de datos de estos receptores al sistema nervioso provoca un desequilibrio en la postura de la persona, causando con el tiempo trastornos, dolores y enfermedades.

Por ejemplo, en un déficit de convergencia ocular no tratado, el sistema cervical buscará una adaptación postural que puede provocar dolor de cabeza, dolor cervical, tensiones…

Trabajar el sistema visual como parte integradora del sistema postural, es la oportunidad de poder mejorar las habilidades visuales creando un cambio en toda nuestra postura.